224. Interpretando emociones con El monstruo de colores

Descripción de la experiencia

Esta experiencia se llevó a cabo en un aula de edad mixta donde había 11 alumnos de 3 años y 7 de 4 años. El grupo en general no tenía comportamientos disruptivos, sin embargo, uno de los alumnos de 4 años (con trastorno bipolar, diagnosticado) a veces presentaba comportamientos bruscos y agresivos con sus compañeros, los cuales se enrabietaban al no entender el por qué de sus acciones.

Así pues, a partir del juego El monstruo de colores (basado en un cuento muy usado en etapa infantil, en el cual un monstruo intenta ordenar sus emociones a partir del color) decidí crear una variante que se pudiese jugar en un aula de forma grupal.

Primeramente, en una sesión previa expliqué el cuento a todo el grupo para introducirles en la historia.

En la sesión preparada del juego, mostré en la pantalla digital una imagen con los seis colores que presenta el monstruo de la historia, además de un número atribuido a cada uno de ellos, del 1 al 6. El juego consistía en llamar de uno en uno a los alumnos para que se pusiesen una corona blanca con los colores mezclado y lanzasen un dado de espuma. Dependiendo del resultado, debía ponerse la corona de la emoción que le había tocado interpretar.

A continuación, puse una canción que evocase dicha emoción (había seleccionado las seis canciones en casa con anterioridad, para tenerlas preparadas) y empezaba a narrar una historia ambientada en la emoción que el alumno debía interpretar. El resto de compañeros también debían estar atentos de mis indicaciones porque a veces requería su colaboración interpretativa.

La historia se iba improvisando sobre la marcha y se terminaba en cuanto la canción acabase. Por ejemplo, si a un alumno le tocaba la emoción «Miedo» mi narración empezaba:

«Un día, al llegar a clase, Xavi vio a todos sus compañeros levantados, en silencio, con los ojos cerrados. Empezó a sentirse asustado, por lo que caminó poco a poco hasta su sitio, con los brazos encogidos. Al sentarse, la luz del aula se apagó (me acerqué a la luz y la apagué) y Xavi preguntó en voz alta a sus compañeros si se encontraban bien. Sus compañeros no respondieron y dieron una palmada. La luz se encendió y se escucharon 3 golpes (golpee tres veces la pizarra) […]»

Así pues, durante la narración iba improvisando acciones que debían hacer el alumno en cuestión y compañeros, a partir de dicha emoción. Procuraba que tuviese siempre un final alegre para que el alumno acabase la interpretación con un buen sabor de boca. En el caso de la historia del ejemplo, acababa con todos los compañeros abriendo los ojos cuando el alumno que interpretaba les hiciese una caricia, siendo así su salvador.

Al acabar la interpretación ataba a la muñeca del alumno que había actuado una tira del color de la emoción representada. Al final de la sesión, realizábamos una pequeña asamblea entre todos donde los alumnos que habían interpretado durante esa sesión expresaban cómo se habían sentido. La tira de color ayudaba al alumno a recordar la emoción que había interpretado, además de tener un control de aquellos alumnos que habían actuado ese día.

Esta dinámica se realizaba cada 3 días aproximadamente, a petición de los propios alumnos, los cuales disfrutaban con la dinámica, así que la instauré como premio a un buen comportamiento general del aula durante el día.

Objetivos conseguidos
  • Identificación y reconocimiento de emociones.
  • Reconocimiento de valores numéricos.
  • Adaptar el comportamiento corporal a las exigencias demandadas.
  • Incentivar el diálogo, a través de la asamblea.
  • Autoconciencia de uno mismo, expresando situaciones en las que se ha sentido de forma parecida a la interpretada.
Consejos y/o recomendaciones

–  Intentar que el alumno experimente la emoción que le ha tocado, sin embargo, acabar siempre la narración de forma positiva para el alumno.

– Seleccionar una canción para cada emoción con una duración aproximada de 3 minutos.

– Si quieres llevar a cabo la actividad en 5 años, para dotarle de una mayor dificultad, el alumno podría realizar dos tiradas y hacer una suma o resta con sus resultados. Dependiendo del resultado interpretarían una emoción u otra. (Por ejemplo, si sacas un valor menor a 2 Miedo, si sacas un valor mayor a 10 Alegría, etc).

– Aprovechar la interpretación de un alumno para tratar posibles conflictos, por ejemplo, si a un alumno que tiene problemas de conducta le toca Amor, intentar que interactúe con compañeros con los que suele tener conflictos (ejemplo de fotografía adjuntada con la corona rosa).

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